1.- Visita al Museo Paleontológico:
Los dinosaurios han hecho mundialmente famoso al pueblo de Galve. Los restos de sus huesos fósiles pueden admirarse en el Museo de la localidad, encontrando desde huesos gigantes, originales como el Aragosaurus, Iguanodon, Cocodrilo, Hypsilophodon, megalosaurus etc… hasta microfósiles que hay que ver con una lupa y donde te sorprenden mandíbulas y dientes de muy pocos milímetros.
Es un museo donde se acumula gran riqueza de materiales paleontológicos, albergando piezas únicas tanto en su género como en su especie.
2.- Visita a las huellas de dinosaurios:
En el momento actual existen infinidad de lugares con huellas de dinosaurio. Caben destacar por su valor las de las Cerradicas, que están propuestas a la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad con el conjunto de huellas de la Península Ibérica.
Se pueden visitar los yacimientos de las Cerradicas, los Corrales de Pelejón y otros muchos yacimientos, pero conviene hacerlo a través de una visita guiada.
Las huellas fósiles nos dan información sobre los dinosaurios cuando eran todavía seres vivos. Así podemos saber que algunos dinosaurios como el saurópodo Aragosaurus marchaba sobre sus cuatro partas y otros caminaban sobre sus patas traseras como el carnosaurio Megalosaurus y algunos ornitisquios herbívoros como Hypsilophodon e Iguanodon.
3.- Visita al Parque Paleontológico:
Esta visita es un paseo a la orilla del río Alfambra en el que se pueden ver algunas reconstrucciones de los reptiles de Galve, como son el dinosaurio carnívoro Megalosaurus, los dinosaurios herbívoros Iguanodon y Aragosaurus y los reptiles voladores. La mayor parte de la vega está poblada por chopos centenarios, quedando otras zonas ocupadas por un sotobosque de álamos y majuelos, formación difícil de encontrar en otros ríos. Toda esta vegetación es el refugio ideal para aves, pudiéndose observar gran variedad de especies.
4.- Visita a Legendark:
Este centro del Territorio Dinópolis tiene como protagonista al Aragosaurus y una réplica corpórea a tamaño natural de una familia entera, formada por dos ejemplares adultos y dos crías.
Además de fósiles de gran valor científico, el centro de Galve cuenta con un laboratorio en el que se puede comprobar cómo se restauran estos restos.
Es Rubi, una simpática cría de este Aragosaurus, la mascota encargada de dar la bienvenida a los visitantes y la que los guía por un recorrido con zonas de juegos, proyecciones y un área exterior de descanso. Con la misma entrada puede visitarse el Museo Paleontológico de Galve, donde se exponen también interesantes piezas.
5.- Visita al patrimonio cultural de Galve:
La iglesia: En el pueblo se puede visitar también la iglesia, en la que se puede apreciar un retablo barroco, poco habitual del siglo XVII.
6.- Senderos y rutas naturales:
Además de las diferentes rutas de las icnitas y el parque paleontológico, existen otras muchas rutas en las que se puede contemplar un magnífico paisaje:
La Vega: zona del cauce medio del río Alfambra, donde se encuentra una gran cantidad de árboles que conforman un singular paisaje por la cantidad de chopos cabeceros que hay.